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Columnas de Opinión Lab

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Manizales y su apuesta decidida por construir un mundo mejor

Por: Juliana Dávila Rincón

En 2015 los países del mundo se propusieron la meta de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de los seres humanos, como parte de la agenda mundial de desarrollo sostenible. Esto lo hicieron a través de 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), los cuales deberían alcanzarse en 2030.

Para lograrlo, todos los habitantes del planeta tenemos responsabilidades, compromisos y tareas, esto es, los gobiernos (locales, regionales y nacionales), las empresas, las organizaciones ciudadanas y la sociedad civil.

Se trata de un reto difícil, teniendo en cuenta que ya solo nos quedan seis años y un poco más de 100 días para lograrlo, sin embargo, desde todos los rincones del mundo se están adelantando acciones para que el daño en la sostenibilidad del planeta, sea cada vez menor. El cambio empieza en la cabeza y en la conciencia de cada uno.

Según el Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, en 2020, al cumplirse los primeros cinco años de la adopción de la agenda de sostenibilidad mundial, se podían evidenciar progresos en materia de salud maternoinfantil, acceso a la electricidad y aumento en la representación femenina en los diferentes gobiernos. Sin embargo, en muchos otros frentes como la inseguridad alimentaria y el deterioro del entorno natural, el avance no es prometedor. Se suma a esto que la pandemia por Covid 19, que impactó repentinamente al mundo entero en 2020, contribuyó en gran medida a hacer más grande la crisis y a ralentizar el progreso, sobre todo en los más pobres y vulnerables del mundo, esto es niños, mujeres, ancianos, discapacitados, migrantes y refugiados.

Para avanzar hacia un mundo mejor, con más oportunidades y en el que podamos habitar por muchos miles de años más, tendremos que empezar a pensar en colectivo y en dejar las individualidades. Solo así podremos lograr un lugar mejor para vivir, no solo nosotros sino las generaciones que vienen detrás. Es así como desde los territorios se han gestado iniciativas que invitan a las comunidades, a los gobiernos y al sector privado, a repensar sus acciones y a dirigirlas hacia resultados sostenibles. Esto se logra cuando además de dejar los egoísmos, se aterrizan las necesidades de cada territorio y se estudian de manera particular. No es lo mismo solucionar el problema de agua potable, en La Guajira (uno de los departamentos con más necesidades en Colombia) que, en cualquier región de Rusia, país considerado el segundo con mayores reservas de agua dulce en el mundo. Territorializar los ODS es fundamental para poder crecer en el sueño de un mejor lugar para habitar.

Para Colombia, por ejemplo, la agenda 2030 es una oportunidad que no se puede perder, para transformar la forma en que todos consumimos y actuamos y para dar el impulso final y lograr los ODS tal como se plantearon o lo más cercano a ellos posible. Es una meta completamente ambiciosa (valga decir que no solo para Colombia sino también para el mundo entero), compleja de alcanzar, pero no imposible, siempre y cuando se cuente con el compromiso y, sobre todo, con la conciencia de todos. 

Según el Informe de Avance en la Implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Colombia a 2022, el país muestra un avance del 60.2% frente al alcance de los objetivos. El mayor progreso se evidencia en los ODS: 17 (Alianzas para lograr los objetivos), 14 (Vida submarina) y 12 (Producción y consumo sostenible). Por otro lado, los objetivos 2 (Hambre cero), 7 (Energía asequible y no contaminante) y 1 (Fin de la pobreza); evidentemente, tenemos grandes retos.

Y si bien Manizales está dentro de Colombia, nuestras necesidades y retos territoriales son diferentes a las del territorio nacional. Es así como nace Manizales en Clave ODS, la apuesta del Laboratorio de Innovación Pública de la Alcaldía de la ciudad, por un mundo mejor, que nació en 2020 con la formulación del plan de desarrollo de la ciudad y que tuvo como marco de acción la agenda mundial de desarrollo sostenible.

Se trata de una estrategia multiactor que Manizales formuló para adoptar y adaptar los ODS a la escala local y que se conforma de varios componentes como la visión participativa de Manizales al 2030; la mesa de gobernanza Manizales 2030; la batería de indicadores y monitoreo de la Agenda ODS en la ciudad; el Reporte Local Voluntario ante la ONU; el Fondo de Becas para Maestría Manizales más Innovadora; e iniciativas como ODS en el Barrio, ODS en el Cole y ODS en la Empresa.

Entre los principales logros que se han alcanzado en Manizales (según el Reporte Local Voluntario presentado por el Laboratorio de Innovación Pública de Manizales en el 2022), están:

ODS 2 – Hambre cero: Manizales lleva 12 años sin muertes por desnutrición en menores de 5 años en el periodo 2005-2019. Es la segunda ciudad del país con mayor número de años sin muertes por esta causa en menores de 5 años.

ODS 3 – Salud y bienestar: Manizales ha sido la ciudad de Colombia con mayor reducción de nacimientos en adolescentes (mujeres entre 15 y 19 años) entre 2009 y 2020.

ODS 4 – Educación de calidad: Las mejoras en la cobertura bruta en educación superior reflejan incrementos en el acceso a la educación superior propios de una ciudad que se proyecta como capital universitaria.

ODS 6 – Agua limpia y saneamiento: La cobertura de acueducto llegó al 100% en el año 2020.

ODS 7 – Energía asequible y no contaminante: Manizales tiene una cobertura casi plena de energía eléctrica (99,9%) y la intensidad energética de la economía ha venido reduciéndose desde el 2012, lo que indica mayor eficiencia energética.

ODS 8 – Trabajo decente y crecimiento económico: A pesar de que aún hay camino por recorrer en el mejoramiento de las condiciones laborales, Manizales A.M. ha mostrado mayor progreso en la generación de empleo formal frente al resto del país.


ODS 9 – Industria, innovación e infraestructura: El acceso a internet de los hogares se ha duplicado en los últimos 10 años, pasando de 38,4% a 81,4%.

ODS 15 – Vida de ecosistemas terrestres: En el POT vigente se encuentra definida una estructura ecológica principal que contempla las áreas de protección e interés ambiental, con una política de conservación clara.

ODS 16 – Paz, justicia e instituciones sólidas: La tasa de homicidios se ha reducido en 23 puntos porcentuales en la última década, pasando de 33,2 en 2010 a 10,1 en 2020.

Sin embargo, y a pesar de los avances que se han tenido, aún nos falta mucho por recorrer, particularmente en aspectos como:

– La reducción de la pobreza (ODS 1), pues es necesario retomar la senda de reducción de pobreza que traía Manizales A.M. hasta el 201

– La atención a la salud mental (ODS 3) pues es necesario apuntarle a la reducción de la tasa de suicidios, que está muy por encima de la meta nacional de 4,1.

– La cobertura educativa en básica y media (ODS 4), que en Manizales presenta dificultades para alcanzar coberturas plenas.

– La igualdad de género (ODS 5), ya que Manizales debe trabajar para reducir las brechas en el mercado laboral entre hombres y mujeres.

– Las aguas residuales (ODS 6), en cuyo tratamiento se debe trabajar más; el fortalecimiento de la capacidad investigativa de la ciudad (ODS 9), conectándola con el sector productivo.

– La movilidad sostenible (ODS 11), pues es necesario repensar la forma en que nos movilizamos, es insostenible que el número de vehículos particulares se duplique cada 5 años y los viajes realizados en transporte público, disminuyan.

– El reciclaje (ODS 12), cuya tasa en la ciudad (3,3%) es muy baja incluso en el contexto nacional y para alcanzar la meta nacional de 35% al 2030, la ciudad debe trabajar en la disposición de sus residuos.

– La calidad del aire (ODS 13), ya que ninguna de las estaciones de medición de la ciudad cumple con los estándares de largo plazo de la Organización Mundial de la Salud.

– La reducción de delitos (ODS 16), es necesario seguir trabajando en la reducción de delitos contra la vida y contra el patrimonio, tales como el presunto delito sexual, la violencia interpersonal y el hurto a personas.

Todo este despliegue de acciones solo es posible si se mantiene un diálogo con otras ciudades y territorios que también están en la búsqueda de un mundo más sostenible. Debemos contarle al resto del mundo lo que se está haciendo en Manizales para lograr ser la ciudad ODS de Colombia, recibir retroalimentación y acelerar las transformaciones necesarias para lograrlo.



Transformando la movilidad urbana: desafíos y oportunidades en las ciudades modernas

Por: Catalina Zárate

La movilidad urbana se refiere al movimiento de personas y bienes dentro de las zonas urbanas, incluidas las ciudades y las regiones densamente pobladas. Abarca diversos modos de transporte, como caminar, el uso de bicicletas, transporte público, vehículos particulares, tecnologías emergentes como los bicicletas o patinetas eléctricas y los servicios de transporte compartido.

La movilidad urbana es un aspecto crítico de la planificación y el desarrollo de las ciudades, ya que afecta directamente la calidad de vida de la población, la sostenibilidad medioambiental de los entornos urbanos e incluso la productividad económica de las regiones.

Con el crecimiento continuo de la población y la urbanización acelerada, los sistemas de transporte en las ciudades están bajo una presión sin precedentes para adaptarse y ofrecer soluciones eficientes y sostenibles a los ciudadanos. La movilidad no sólo afecta la calidad de vida, también tiene un impacto significativo en aspectos ambientales, económicos y sociales. No obstante, uno de los mayores desafíos está relacionado con la seguridad vial. La interacción entre peatones, ciclistas y vehículos puede llevar a accidentes y lesiones graves, lo que subraya la importancia de abordar la movilidad de manera integral para crear entornos urbanos seguros y sostenibles.

La ciudad de Manizales cuenta con una importante estrategia de monitoreo de la siniestralidad vial: el Observatorio de Movilidad de Manizales. Desde su concepción, esta estrategia se planteó como una apuesta dentro del Plan de Desarrollo 2020 – 2023 “con el fin de contribuir a la reducción de los efectos negativos de las dinámicas del urbanismo y las demandas de la movilidad en las condiciones sociales, económicas y ambientales de la ciudad[1]”. En este observatorio, los ciudadanos pueden contar con información desde el año 2013, que incluye una caracterización de la siniestralidad, la identificación geográfica de puntos críticos, de los siniestros por gravedad, del tipo de actores viales, el tipo de vehículos, la cantidad de lesionados, de fallecidos, entre otros.

De acuerdo con cifras del Sistema de Movilidad de Manizales, los siniestros viales que implican solo daños han venido decreciendo anualmente, pasando de 1.918 en 2013 a 1.167 en 2022, lo que en términos relativos equivale a una reducción del 39%. El número de lesionados también ha presentado una evolución positiva pasando de 958 en 2013 a 826 al cierre de 2022. Es importante mencionar que el número de lesionados en la ciudad viene reduciéndose a una tasa promedio anual 4,1%. Desafortunadamente, el número de víctimas fatales presenta una tendencia creciente, particularmente al pasar de 18 víctimas en 2013 a 48 víctimas en 2022, equivalente a un incremento del 167%.     

En el año 2022, la mayor cantidad de víctimas fatales se concentró en la población joven con edades comprendidas entre 18 y 28 años, con una participación del 42,7% en el total de víctimas. La tercera parte correspondió a población adulta (entre 29 y 59 años), mientras que el 18,3% fueron adultos mayores. Desafortunadamente, el 4,9% de las víctimas se concentró en los ciclos de vida correspondiente a la primera infancia, infancia y adolescencia y esta misma proporción correspondió a personas mayores de 80 años.

La movilidad urbana es un desafío multidimensional que requiere una acción coordinada y sostenible. Las ciudades modernas están adoptando enfoques innovadores para abordar estos desafíos y transformar la forma en que los ciudadanos se desplazan. La planificación urbana inteligente, basada en el monitoreo permanente de las cifras de siniestralidad vial, en la inversión en infraestructura sostenible y en el fomento de opciones de transporte más ecológicas son clave para crear ciudades más habitables y amigables con el medio ambiente en el futuro.

La relación entre la movilidad y la siniestralidad vial es innegable, y abordar ambos aspectos de manera conjunta es fundamental para crear ciudades seguras y habitables. Una de las primeras estrategias a adoptar es precisamente la implementación de plataformas u observatorios que como el de Manizales, brindan a los ciudadanos información transparente y actualizada sobre la siniestralidad vial de la ciudad. A través de estrategias de movilidad bien planificadas y la implementación de medidas de seguridad vial, las ciudades pueden transformar sus sistemas de transporte y reducir el riesgo de accidentes, mejorando la calidad de vida de sus residentes y creando entornos urbanos más sostenibles en el proceso.


[1] Agencia Nacional de Seguridad vial y Alcaldía de Manizales (2021). Anuario territorial de siniestralidad vial.