Cómo Manizales actúa en clave de ODS

Por: Óscar Andrés Jiménez – LabInn Mzales

En el año 2015 la Organización para la Naciones Unidas-ONU adoptó la agenda de desarrollo mundial, con horizonte al año 2030, recogiendo la experiencia y resultados logrados con la agenda adoptada en el año 2000, que permitió importantes avances en temas como la enseñanza primaria, la reducción de la pobreza extrema o la salud materno-infantil, a nivel mundial.

La nueva agenda es mucho más incluyente; desagrega las metas en más objetivos y plantea un enfoque de sostenibilidad para el mundo, yendo más allá de la universalización en los derechos fundamentales y la satisfacción de las necesidades básicas para toda la humanidad.

En la agenda de desarrollo para 2030, los Objetivos para el Desarrollo Sostenible, se plantean más de 50 metas, agrupadas en 17 objetivos de desarrollo que abordan toda clase de necesidades de desarrollo en distintos grupos humanos.

Estos objetivos son: 1) Fin de la Pobreza, 2) Hambre Cero, 3) Salud y Bienestar, 4) Educación de Calidad, 5) Igualdad de Género, 6) Agua Limpia y Saneamiento, 7) Energía asequible y No Contaminante , 8) Trabajo Decente y Crecimiento Económico, 9) Industria, Innovación e Infraestructura, 10) Reducción de las desigualdades, 11) Ciudades y comunidades Sostenibles, 12) Producción y Consumo responsables, 13) Acción por el Clima, 14) Vida Submarina, 15) Vida de Ecosistemas Terrestres, 16) Paz, Justicia e Instituciones Sólidas y 17) Alianzas para Lograr los Objetivos.

Cada país adopta cuál es el valor objetivo que quiere alcanzar al año 2030 en cada una de las metas y cuáles son sus indicadores de referencia para hacer seguimiento al avance. En el caso de Colombia, el gobierno nacional adoptó los ODS en el año 2018 mediante el documento CONPES 3918 en el cual se definen los estándares para el país, además de un novedoso modelo de gobernanza para la gestión del desarrollo de esta agenda mediante un diálogo multiactor que involucre actores de la sociedad civil, academia, empresariado y distintos niveles de instituciones públicas. Sin embargo, una de las mayores lecciones que dejó al mundo la ejecución e la agenda de desarrollo anterior es que no basta con el compromiso de los gobiernos nacionales; las comunidades a nivel local deben adoptar mecanismos para la gestión específica de la agenda si realmente se quiere lograr un avance significativo.

Es en esta línea en la que Manizales se propuso convertirse en ciudad modelo latinoamericano de implementación de la agenda para el desarrollo sostenible. Recogiendo la experiencia acumulada en gestión del desarrollo y la existencia de distintos escenarios de diálogo sobre el desarrollo existentes en la ciudad, en el año 2021 se planteó la estrategia Manizales en Clave de ODS, inicialmente como un mecanismo para hacer seguimiento a nivel local de cómo desde Manizales se está avanzando en contribuyendo al logro de los objetivos globales. Para ello se construyó la batería de indicadores de seguimiento, tomando como base el conjunto oficial definido en el CONPES 3918 y se crearon las herramientas de visualización disponibles en nuestra plataforma de datos abiertos https://masdatos.manizales.gov.co, propiciando la discusión pública sobre esta agenda de desarrollo.

Con el objetivo de adoptar metas específicas para Manizales al año 2030, en 2021 se abrió un diálogo ciudadano, de la mano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD y del programa Estoy Con Manizales, de más de 15 años de tradición en el diálogo sobre el desarrollo y la prospectiva de ciudad.

Fueron cuatro meses de intensos diálogos con múltiples grupos de ciudadanos, ejercicios interpretativos, etnográficos y diversas conversaciones que mostraron cómo para los manizaleños el desarrollo sostenible pasa por la urgencia de reducir las desigualdades (ODS 10), profundizar la educación de calidad (ODS 4), acabar la pobreza (ODS 1), mejorar las condiciones económicas y de empleabilidad (ODS 8) y lograr una ciudad más amigable para todos (ODS 11).

Simultáneamente, desde el Laboratorio de Innovación Pública quisimos hacer un reconocimiento de diversas iniciativas que desde los actores sociales del territorio están ya en marcha y contribuyen al logro de los Objetivos de sostenibilidad, desde Manizales. Fue así como se iniciaron mapeos de estas iniciativas entre organizaciones comunitarias (86 iniciativas identificadas), empresas (29 iniciativas identificadas), establecimientos educativos (piloto con 5 iniciativas documentadas) y se articuló un portafolio de iniciativas institucionales alineadas con la agenda (Manizales para Todos, ruta interactiva de proyectos). Esto demostró que en Manizales se está actuando en clave de ODS desde todos los actores del desarrollo.

Para potenciar y dinamizar la gestión de esta agenda, se decidió además propiciar escenarios de diálogo permanente (mesa de gobernanza de Manizales) y eventos puntuales que permitan ampliar el diálogo a la ciudadanía y llamar la atención de otras ciudades sobre la integralidad de la movilización de esta agenda en la ciudad. Por esto se han realizado dos ediciones de la Semana por el Desarrollo Sostenible (Se puede ver el registro de la edición 2022 en https://ods.manizales.gov.co).

Desde el Laboratorio de Innovación Pública, se continuará gestionando esta plataforma de intercambio de conocimiento y experiencias, con el objetivo de lograr un mayor crecimiento en las iniciativas, adopción de buenas prácticas y que esto se convierta en bienestar para todos los ciudadanos, posicionando a Manizales como modelo latinoamericano en gestión del desarrollo sostenible.

¿Puede ser Manizales una ciudad de 15 minutos?

Por: Maria Camila Sanint Sanint – LabInn Mzales

“Investigaciones recientes sugieren que las prácticas de planificación urbana están, literalmente, dividiendo a la gente. Si los urbanistas construyen ciudades poco propensas a la socialización, no es de extrañar que sus habitantes se sientan solos.

Los diseñadores de políticas deben abordar prioritariamente la soledad, pues esta deteriora la salud mental y física.”

Destiny Hale[1]

Quienes habitan una ‘ciudad de 15 minutos’ tienen acceso a los servicios urbanos esenciales a una distancia equivalente a un cuarto de hora a pie o en bicicleta desde su casa. Pueden desplazarse a su trabajo, hacer compras en el supermercado, asistir a una cita médica, llevar a sus hijos al colegio o disfrutar de una obra de teatro, y de camino a esas actividades escasamente alcanzarían a escuchar un podcast.

Por habitar una ciudad de 15 minutos y desplazarse en bici o transporte público, se ahorraron un viaje caótico en vehículo particular, que probablemente sería más largo y estresante.

La ciudad de 15 minutos es un concepto de planificación urbana introducido por Carlos Moreno, experto en urbanismo y profesor de la Universidad Pantheon-Sorbonne de Paris. Este modelo pone a las personas en el centro de la transformación urbana y propone ciudades más cercanas, priorizando las personas sobre los vehículos. Si logramos ciudades con desplazamientos más cortos y sostenibles, cabría esperar que las personas tengan más tiempo libre y las ciudades logren una movilidad eficiente: menos caótica, con menos víctimas fatales y menor contaminación ambiental.

Manizales es, por sus cortas distancias, una ciudad caminable por naturaleza. Hoy, los manizaleños que caminan están cerca de vivir en una ciudad de 15 minutos. Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares del DANE, el 19% de los ocupados se desplazaba a pie a su trabajo en el último trimestre del 2022, con un tiempo promedio de desplazamiento de 14,8 minutos. El 34% de los ocupados que hacían sus viajes en bus tenían un tiempo de desplazamiento aproximado de media hora, un 17,2% se movilizaba en moto y se tomaba en promedio 20 minutos. Los manizaleños que más tiempo se tardaban en llegar su trabajo fueron quienes condujeron vehículo particular (13,4%), quienes se tomaron en promedio 24 minutos.

Aun con las características de Manizales, ser una ciudad de 15 minutos parece utópico. Ni la capital caldense, ni la mayoría de ciudades en el mundo fueron planificadas para ser caminables o para incentivar el uso de transportes sostenibles como el transporte público y la bicicleta.

En Manizales el número de carros y motos se ha duplicado cada 5 años. Además, los datos de víctimas fatales por siniestros de tránsito no muestran mejoría, en 2015 se presentaron 47 víctimas fatales y siete años después, en 2022, fueron 48 víctimas (Observatorio de Movilidad de Manizales, Laboratorio de Innovación Pública).

Como la cantidad de carros y motos crece tanto, la respuesta inmediata parece ser construir más vías, sin embargo, mantener la malla vial es muy costoso y consume la mayoría de los presupuestos municipales destinados a la movilidad. Construir más vías induce la demanda, por lo que la expansión vial incentiva el uso de vehículos privados, causando más congestión vial. Responder con más vías, entonces, no es sostenible. La atención se debe volcar hacia un modelo que planifique ciudades para personas y no para carros.

Un artículo reciente de la revista Yellow Scene resalta algunos estudios que sugieren que la planeación urbana actual está dividiendo a la gente y fomentando la soledad. Según este, si los planeadores construyen ciudades sin espacios para la socialización, no debería sorprender que sus habitantes se sientan solos, incrementando la probabilidad de que sufran alguna enfermedad mental o física. Las ciudades americanas sirven como ejemplo de urbes que alimentan la soledad al centrarse únicamente en el automóvil, descuidando los transportes alternativos y la creación de espacios públicos de calidad (Yellow Scene, People Live in Cities: An Analysis of Urban Planning’s Role in Loneliness).

En la planeación urbana actual de las ciudades, muchas zonas exigen el uso de vehículo particular para el desplazamiento. Caminar no es atractivo para el peatón, sino que es más bien una actividad peligrosa, y los espacios públicos no invitan a la interacción ciudadana.

Entonces, ¿puede ser Manizales una ciudad de 15 minutos? Siendo optimistas, las condiciones naturales de Manizales hacen ver cercana esa posibilidad. Sin embargo, no se pueden ignorar los cambios que desde lo individual y desde lo colectivo debemos incentivar para promover una ciudad más cercana a las personas. El reto está en cambiar las prioridades de planificación urbana, promover el uso de medios de transporte más sostenibles y optar por desplazamientos más saludables.

[1] People Live in Cities: An Analysis of Urban Planning’s Role in Loneliness, Yellow Scene